Avándaro en Tijuana Juan Carlos Domínguez
Avándaro
renacerá en Tijuana. Tras 35 años de haberse celebrado el festival rockero que prendió la mecha del activismo juvenil mexicano
con respecto a su entorno social y político, nuestra ciudad fue elegida para revivir la leyenda. El Festival de Rock Avándaro
2006 será una celebración de libertad, tal como se dejó ver aquel 11 de septiembre de 1971, cuando a pesar de los mitos y
satanización con los que carga aquella jornada, significó un fenómeno social que abriría las puertas a una democracia -pese
a las imperfecciones de nuestro sistema actual- traducida en una generación de jóvenes más participativos y comprometidos.
Nuestra frontera, así como Monterrey, y por supuesto Avándaro (Valle de las Mariposas), serán las distintas
sedes del Festival de Rock Avándaro 2006. El primer episodio del concierto masivo tendrá lugar en el Hipódromo de Aguacaliente
como escenario, los días viernes 24 y sábado 25 de noviembre, en una jornada ininterrumpida de 26 horas de música, donde compartirán
grupos legendarios que se presentaron en el primer festival, así como grupos locales, nacionales e internacionales.
El proyecto, auspiciado principalmente por la cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma, tiene su razón de ser en
Tijuana: “Porque aquí es la cuna del rock en español, y mucho del de América Latina”, argumentan los organizadores.
ENCUENTRO DE GENERACIONES
Javier
Bátiz, Peace and Love y El Ritual, participantes del histórico festival de 1971, serán los invitados de honor trayendo la
estafeta del pasado para la versión 2006 de Avándaro. La nueva generación de roqueros estará representada por Cuca, Víctimas
del Dr. Cerebro, Salón Victoria, El Gran Silencio, Los de Abajo, Kinky, Six Million Dollar Weirdo, Tex Tex, Disidente, Las
Toñas, Delux, Porter y Pastilla. La proyección internacional la pondrán Alan Parsons Live Project, Blood, Sweat & Tears,
Rippers Owens (vocalista de Judas Priest) y Majesty, el grupo reconocido oficialmente como la réplica de Queen.
A
los grupos locales también se les dará su lugar. La responsabilidad recaerá en Kung Fu Monkees y Mal Paso. Con este repertorio
de grupos, se estaría hablando de por lo menos cuatro generaciones de músicos. Además del público, por supuesto, el de antes
y el nuevo, padres e hijos, en una dinámica muy distinta a la del histórico primer Avándaro, a donde los jóvenes tuvieron
que llegar sin permiso y a base de mentiras: “Ojalá en esta ocasión también haya una chica desnuda -o varias-“,
expresan los organizadores recordando la escena de una mujer desnuda sobre el cofre de un auto, en una fotografía que en su
momento armó mucha polémica.
AQUÍ EMPIEZA EL ROCK…
Si
hay un icono, no sólo del rock tijuanense, sino del nacional, es Javier Bátiz. El célebre rockero fue el principal impulsor
del primer Festival de Avándaro. Por azares del destino le fue imposible presentarse. No llegó, quedó atrapado en medio de
una tormenta. La gente reunida en el concierto masivo pedía su presencia, era “el platillo fuerte” que esperaban.“El
primer Avándaro nació en la casa de mi amigo Micky Salas, le íbamos hacer una fiesta a López Negrete (de la XEW), hasta que
llegó Armando Molina, se metió Luis de Llano y lo convirtió en algo trivial. Hicieron ahí sus cosas y yo me hice a un lado,
y lo demás pasó como pasó”, recuerda Bátíz. Aunque rebelde siempre, el guitarrista tijuanense no estaba de acuerdo
con el desenfreno-por parte de los artistas- con el que se perfilaba el evento: “Yo estaba en contra de las groserías,
desde aquel tiempo hasta ahorita; los escenarios deben ser dignos, estoy en contra de las groserías. Yo me había negado a
presentarme. Las malas palabras sabía que nos iban a traer daños, la mentada de madres de Felipe Maldonado de Peace and Love
nos cortó el rocanrol hasta la fecha. Los grupos nuevos que acaban de ganar los premios Grammy y MTVs, ni uno solo toca rocanrol.
Nos hizo un daño tremendo la grosería de Felipe Maldonado”.
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Avándaro se caracterizó por la irreverencia, lo contestatario, la rebeldía. Ahora, bajo el patrocinio de grandes firmas, ¿se
mantendrá ese mismo espíritu?, se le cuestiona al pionero del rock nacional.
“Lo
que pasa es que Avándaro fue, si quieres llamarle así, un accidente. Nadie se esperaba que un festival de ‘rock y ruedas’
que era a dos kilómetros, de una fiesta para los dueños de la XEW, se convertiría en el Festival de Avándaro. No sabemos lo
que pueda pasar. Las empresas fuertes hacen que los eventos funcionen, tienen un respaldo económico marcado. Pero quien manda
realmente, quien hace que los eventos sean históricos es la gente. Vamos a ver cómo la gente se porta aquí, cómo acepta, cómo
aplaude, cómo sigue a sus grupos, cómo acepta la nueva música. Sobre todo la de Tijuana, porque aquí nace mucha música y estar
respaldado por estas grandes empresas, pues claro, es una ventaja muy grande, algo que no se tuvo en el primer Avándaro”.
Por
su parte, los representantes de la cervecería patrocinadora aclaran que ellos no se han apoderado del nombre del evento, por
el contrario, en la organización están músicos que originalmente participaron en el mismo, hace 35 años. Por lo pronto, Tijuana
será el lugar de relanzamiento del festival para después, en 2007, presentarse en Monterrey en el mes de febrero, y para marzo,
la magna fiesta en Avándaro.
Dentro
de este mismo marco, se estará desarrollando el concurso Rock and Sol, que pretende sacar a diez ganadores de sedes como Ensenada,
Tijuana, Mexicali, Tecate y San Luis Río Colorado, Sonora para ser parte del repertorio del Festival Avándaro 2006. Para inscribirse
y obtener más información al respecto, los interesados pueden llamar al teléfono 01-800-821-1544 o acceder a la página www.festivalderock.com
Para entrar al concierto, a partir de la próxima semana se pondrán
a la venta los boletos en las tiendas Gigante y cafés D´Volada. Avándaro arranca en
Tijuana, y en el parecer de Javier Bátiz, sólo se pueden esperar cosas buenas de ello, como el reactivar el rock tijuanense
y recuperar los espacios ganados por otros géneros: Porque “aquí empieza México y aquí empieza el rock”.
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